Un día más para comprobar que lo planeado no siempre resulta así.Y que la ley de la atracción si funciona, por eso es una ley.
Nada me hubiera costado decir "no" pero dije "sí", hoy lo vi de nuevo, después de pensarlo todo el día (desesperadamente) deseando que se apareciera al menos un momento, y hoy así lo hizo. Y recordé tanto y me sentí tan bien, tan tranquila, tan confiada, feliz diría yo...
Nos dimos un besito de saludo, más emotivo de mi parte, a lo que respondió "ay, tu luego quieres beso" y le dije "bueno, si no quieres, vete.." y empujándolo suavemente en dirección contraria, obviamente no se iba a ir, ni yo lo dejaría irse.
Me pidió que lo acompañara a su laboratorio, por tanto fueron 15 minutos caminando, en los cuales tuvimos tiempo para platicarnos cosas, reírnos y no, sorprendentemente no nos estuvimos besado durante todo el camino, ni nos detuvimos a hacerlo en algún lugar apartado, y vaya que los hubo en ese trayecto. Lo hice que tocara mi músculo marcado en las piernas, me felicitó por ello.
Me invitó a una fiesta (nuevamente) a una fiesta de gente bien, con sus amigos ricos, dije que sí. Finalmente hablamos sobre la escuela, me dio ánimos y yo a él y cuando nos estábamos despidiendo me dijo unas palabras bonitas llenas de amor así como dice Shakira, mientras me tomaba de la cintura para besarme, finalmente nos abrazamos y mientras estábamos fundidos en esa abrazo maravilloso me dijo al oído "échale ganas...yo te apoyo" esas palabras jamas las olvidaré: YO- TE-APOYO.
Oírlo decir eso alegró muchísimo, muchísimo, tres simples palabras dichas en el momento justo, por la persona adecuada, esas tres simples palabras son más poderosas que cualquier otra cosa que alguien pudiera ofrecerme, sentir el apoyo de alguien a quien quieres tanto es maravilloso, te levanta el ánimo y de ta fuerza para seguir adelante.
Gracias, muchas gracias, T.
Ah, y el beso de despedida fue lindo también.