Sí, dejar es permitir un desprendimiento, anular todo principio de miedo hacia esa acción, abandonar cualquier idea contraria o sugestiva que puede volverse negativa...Déjame.
Pensando en como podrá ser....Queriendo experimentar cosas nuevas, no malas, diferentes, raras posiblemente, pero diferentes.
Vestida con mocasines negros, medias con liguero, falda negra estampada con flores y ligeros vuelos de encaje, blusa blanca cuello lisa con manga corta, cabello suelto y ligeramente ondulado, aretes largos (una cascada de estrellitas plateadas), labios color durazno mate pero hidratados como recién mojados, ojos delineados en la parte superior por debajo de las pestañas, pestañas largas, el aroma suave del perfume se esparce al rededor.
Y ahí se acerca él, con su mirada intensa y profunda, nadie dice nada, sentada con las piernas cruzadas ella toma sus manos y las lleva bajo su falda hasta el primer broche del liguero, él los quita uno a uno, en cada pierna, desliza la media hasta la pantorrilla, ella lo aprueba con la mirada, él asiente y ahora deshaciendo el moño de la agujeta de los mocasines, desliza suavemente el zapato liberando al pie, primero uno luego el otro, ahora se deshace de las medias por completo. Y tomando suavemente desde el tobillo con su diestra el pie, éste con un ligero y disimulado temblor se queda entre sus manos, acaricia el empeine con la otra, desliza sus dedos sobre los pequeños redondos con las uñas color rosa ,y son suaves, cálidos, grandes y de un tiempo para acá cuidados. Es extraña la sensación de esta escena, contemplar las caricias, tanto le gustan, tanto fantaseó ese momento, ahora lo vive y llena ahora su repertorio de extrañas y delicadas historias para recondar.