jueves, 22 de septiembre de 2011

Déjame...

Sí, dejar es permitir un desprendimiento, anular todo principio de miedo hacia esa acción, abandonar cualquier idea contraria o sugestiva que puede volverse negativa...Déjame.


Pensando en como podrá ser....Queriendo experimentar cosas nuevas, no malas, diferentes, raras posiblemente, pero diferentes.


Vestida con mocasines negros, medias con liguero, falda negra estampada con flores y ligeros vuelos de encaje, blusa blanca cuello lisa con manga corta, cabello suelto y ligeramente ondulado, aretes largos (una cascada de estrellitas plateadas), labios color durazno mate pero hidratados como recién mojados, ojos delineados en la parte superior por debajo de las pestañas, pestañas largas, el aroma suave del perfume se esparce al rededor.
Y ahí se acerca él, con su mirada intensa y profunda, nadie dice nada, sentada con las piernas cruzadas ella toma sus manos y las lleva bajo su falda hasta el primer broche del liguero, él los quita uno a uno, en cada pierna, desliza la media hasta la pantorrilla, ella lo aprueba con la mirada, él asiente y ahora deshaciendo el moño de la agujeta de los mocasines, desliza suavemente el zapato liberando al pie, primero uno luego el otro, ahora se deshace de las medias por completo. Y tomando suavemente desde el tobillo con su diestra el pie, éste con un ligero y disimulado temblor se queda entre sus manos, acaricia el empeine con la otra, desliza sus dedos sobre los pequeños redondos con las uñas color rosa ,y son suaves, cálidos, grandes y de un tiempo para acá cuidados. Es extraña la sensación de esta escena, contemplar las caricias, tanto le gustan, tanto fantaseó ese momento, ahora lo vive y llena ahora su repertorio de extrañas y delicadas historias para recondar.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Ya soy grande

Ya soy grande, y ahora aprecio cosas que antes no notaba. Mis gustos han cambiado y otros se han mantenido intactos.
Es verdad, los cambios físicos son notorios, la envoltura se modifica pero internamente es la misma semilla. Algunas cosas se modifican otras no, el amor por mi familia jamas, bienvenida mi atracción hacia el sexo opuesto, dejar los libros con ilustraciones, los nombres tontos del mesenger, empezar a ignorar mi facebook y el mesenger, ya no tienen chiste.
Ahora tengo 20 años, y es poco a poco como noto la diferencia....Como ahora elijo productos sin azúcar, la única golosina que disfruto ahora es la goma de mascar durante unos minutos (yoghurt natural, en lugar del endulzado con mil frutas tropicales), escucho las noticias en la radio en vez de una estación de música pop, y hoy ocurrió algo más, entré a una página de música en internet y preferí el jazz a cualquier otra cosa, desde ese concierto de saxofones en la facultad, me di cuenta de que existen otros instrumentos aparte de la guitarra, a los que nunca había permitido entrar en mis oídos y que producen sonidos tan deleitables.
Siempre me ha gustado leer, hace unos días me encuentro en esta escena: Leo un buen libro, recostada en mi cama, mientras oigo una pieza de música clásica.
Ahora empiezo a ser una adulta.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Pinche Gorda

Hoy iba vestida con mis tenis wilson color café del num 7 (yo calzo del 6, pero los tengo porque eran par íúnico  y me encantaron y sobre todo quedaron bien, bueno no, las primeras veces que los usé atormentaron mis tobillos hasta hacerlos sangrar, pero insistí), mis jeans talla 11, que en un principio hace 4 meses me quedaban bien, ahora o se hicieron grandes o yo adelgacé (opto por la primera9, mi cinturón floreado, que no tiene agujeros si no un par de argollas por donde se desliza sin miramientos el otro extremo del cinto despues de circundar mi cuerpo hasta ajustar convenientemente, dentro mi ropa interior milenaria, la llamo así porque, es de tela muy sintética (¡hasta brilla!) y tiene estampadas las palabras MILLENIUM y 2000 en varios colores muy chillantes tambien. Mas arriba y por dentro mi sostén baige con azul, y por fuera la blusa estrapless con motivos marinos que adquirí en marzo y con la cual me presenté ante Paris Hilton en su última visita a la Ciudad de México. Cubriéndome una playera manga larga roja, cuello redondo, mi cabello recogido en una trenza lateral, hacia la derecha. Mis orejas prendidas con los pendientes de mi madre, los metálicos de flores con centro roja (Me encantan, todo la vida estuvieron ahi hasta que yo decidí usarlos!), base de maquillaje Pure MakeUp de Maybelline en mi cara, rimel Great Lash de la misma marca y labello brillante de fresa en mi labios, con mis lentes.... y caminando hacia mi salon de clases, entrando en el vestibulo del edificio A, me aproximaba a los cristales de la puerta, y como siempre hago embobarme yo misma con mi propio reflejo al andar, dirigiendo la mirada al bamboleo de mis caderas...así ocurría hasta que una mujer extraña se interpuso entre el cristal y yo, anulando mi preciosa vista: Pinche Gorda.
En efecto era gorda y fea no lo dudo.

Horas después volví a repetir la escena, culminandola con éxito, ademas de un plus, el cabello suelto y mecido por el impacto del viento frio en un dia nublado de verano.