domingo, 28 de abril de 2013

¿Qué me está pasando?

Hoy es domingo, hoy fuí al supermercado a comprar comida y una que otra cosa para mi uso personal.
En mi lista había anotado:

Gelatina
Lechuga
Toronja
Pollo
Atún
Pasta
Exfoliante

Cómo siempre compre algunas cosas demás otras no. Pero justo cuando estaba frente al refrigerador de carnes, algo pasó conmigo, no encontraba ningún corte que me agradara ni de res, ni de cerdo ni de pollo. No podía dejar de pensar en lo desagradable del aspecto de esas carnes, ni en todo lo que he aprendido sobre microbiología, en las cuchillas de la maquinaria cortando la carne, al cuerpo sangrante del animal (bueno en esto no pensé, pero lo demás si) entonces después de buscar y buscar nada me convenció (el precio era lo de menos, pero aún así estaba caro, para lo que ofrecían era caro).

Sentí asco por primera vez de la carne, un asco que no me permitió comprar más que atún para comer, sí así como gato.
Ya tampoco como huevos de gallina, desde hace algunos meses. Y el pescado nunca ha sido mi favorito, los mariscos me dan asco.

Con la dieta que empecé desde octubre cambiaron muchas cosas,  ahora hago cinco comidas, comía/como muchas verduras y frutas, a la hora de la comida debía consumir mi ración de proteína pero francamente los huevos no se antojan a las 3 de la tarde, entonces ahí era donde comía carne todos los días, de esta forma dejé de comer huevos, tampoco como cosas fritas.

No sé si así es como se empieza a ser vegetariano, o vegano...no sé pero estas semanas que vienen no comeré carne.

No me niego a los productos de origen animal, aunque tampoco había pensado seriamente en la matanza de animales para consumo humano.  Tal ves deje de comer carne por un tiempo, pero los demás alimentos que producen me encantan y no los matan por ello, al contrario necesitan que estén vivos para producirlos:
Desde siempre tomar leche sola me ha dado asco, pero los quesos me encantan, y la miel también.

domingo, 14 de abril de 2013

No eres digno de entrar en mí, pero una palabra tuya bastará para perdonarte. 

Digo esto al tiempo que me voy al infierno por blasfema. Pero es casi imposible evitarlo habiendo tenido una formación católica durante 18 años, muy intensa en la infancia. misa todos los domingos, cumplir con todos los sacramentos, repetir todas las oraciones memorizadas antes de dormir todos los días, pedirle a Dios por mis seres queridos (ahora que lo veo con más objetividad y madures, creo que la realización de todos esos eventos era solo un pretexto más para realizar fiestas aunque la festejada no supiera muy bien porqué, o tuviera inocentemente la idea que su vida mejoraría si era buena persona y hacia todo lo que decían en el catecismo y las misas, pero casi todas las veces sólo esperara con ansia para poder abrir los regalos de los invitados).
Recuerdo el día de la primera comunión, no quise un vestido grande y esponjado como el de todas, porque me iba  a ver más gorda, en lugar de eso fue un vestido blanco liso, con el corte a la cadera, eso disimularía toda la gordura que tenía a los 10 años.

Me habían dicho que seria uno de los días mas felices de mi vida, estaba a mitad de la misa, y no me sentía feliz. Estaba bien, pero no feliz, ni mucho menos como si fuera uno de los días más felices de mi vida. No.

¡Yo y mis malditos caprichos!

domingo, 7 de abril de 2013

Historia desviada

Hay detalles en la vida de una persona que pasan desapercibidos, son tan comunes tan rutinarios, tan casuales que muchas veces pierden importancia. Pero hay detalles que así como llegan se instalan y se quedan por mucho tiempo y de ahí nada los saca. Como la repetibilidad de un experimento, las condiciones se repiten para volver a ese momento del pasado, circunstancias que están fuera de mi control, por eso cuando pasan no puedo evitar ponerme en el mood de aquella vez, traer la remembranza de nuevo, volver a ese mismo paisaje, volver a recordar como me sentía en ese momento, recordar como me sentí después de eso, recordar una parte de él.
 No quiero, no me gusta. 

  Muchas veces, casi siempre cuando salíamos había lluvia,tal ves eso era un vaticinio de lo que me esperaría más adelante con él.

Y cuando de veras quiero escribir empiezan a llegar las ideas a mi mente queriendo desbordarse por mis dedos queriendo estamparse en el papel (me gusta más escribir a mano con un bello lápiz o pluma de gel o pluma fuente) pero deben esperar su turno y pasar por el depurador cerebral, que mientras van saliendo una a una, letra a letra por la punta de mi lápiz las demás están siendo analizadas para ofrecer su mejor imagen para hacerlas más atractivas, para que digan más de lo que se hubieran pensado en el momento en que surgieron.
 Con una suave tonada de piano, de franz ferdinand me siento en el momento sumamente especial de descargar todo mi contenido literario e imagino la escena perfecta...pudiendo ser en mi habitación junto a la ventana abierta un poco de viento húmedo entra ondeando la cortina blanca semitransparente, no mece mi cabello pues está trenzado...en mi mesa de trabajo escritorio hecho por mi padre hace muchos años, descansan mi libreta de anotaciones, esa pequeña moleskine roja y junto a ella una moleskine más grande donde escribo justo ahora, puedo observar el jardín desde arriba, mis perras corren felices, el pasto verde se mantiene erguido, las flores has cerrado su botón junto con la huida del sol, pero otras continúan abiertas, los lirios se empiezan a asomar extasiados por la presencia de lluvia. ..ahi estoy yo en mi habitación perfecta, amplia y espaciosa con mi propio baño, mi vitral de colores cálidos naranja, amarillo,azul y verde, con unos toques de morado. 

 Pero todo esto era para declarar por qué tengo un sentimiento especial hacia la lluvia, especial no significa que sea bonito o feo, ni bueno o malo, sólo es algo ordinario pero con un adicional que lo hace diferente.
 Pero me emociono demasiado y quiero escribir todo como aquel personaje del libro de Jostein Gardner "el vendedor de cuentos" así mas o menos en mi máximo momento de éxtasis mental, pero a él le pasaba todos los días, a mi me pasa una vez cada rara vez, por eso debo aprovechar o debería ponerme a entrenar a mi cerebro para dominarlo consciente y obligarlo a pensar y sacar todas esas increíbles ideas para hacerlas mas extraordinarias. Y ahora en lugar de continuar con la escritura de mi ensayo de la lluvia, proseguiré a esbozar mi idea mas grande: escribir un libro,¿de qué tratará? pues dicen que para poder hablar de algo tienes que conocerlo bien, entonces quiero que trate de mi vida, ¿que más si no mi vida es lo que conozco a la perfección? tengo muchas historias sin explorar, están ahi guardadas quietas esperando todas sus 5 minutos de fama. Su noche de debut. 

 Y así es como se supera/olvida una vez más esa historia del sentimiento especial hacia la lluvia.