miércoles, 23 de marzo de 2011

Primavera

Ta rán...fin de la historia, se acaba de ir, se fue y aun que intenté detenerlo, prosiguió su camino, resistiendo a mi mano, llevando su cuerpo consigo y su mirada lejos de mi.

De antaño son los besos que disfrutabamos, los abrazos ahora son recuerdos, la distancia se hizo presente y era la separación más grande entre los dos cuerpos: el orgullo, el suyo y el mio.

¿Quién se encarga de romperme en pedazos, destruir en tres segundos aquel juramento...?
Pero aquí no caben los reclamos, ni las tristezas, ni cualquier otro sentimiento, pero cuando alguien dice "te quiero" complica el juego.
Si no permitiste que te cuestionara, entonces tampoco trates de cuestionarme ahora.

Cuenta los días desde que nos empezamos a besar, cuenta cada beso como un momento más, cuenta cada día.
Que mi voz no se oirá suplicante al pronunciar su nombre, tampoco existirá rencor ni odio alguno de mi parte, y que no es un final triste ni feliz, porque algunas cosas simplemente acaban y otras empiezan. Y que no es amor, porque no soy más feliz de lo que yo sola podría ser.

Y si quieres irte, adelante, junto a mi siempre has estado libre.
No te voy a odiar, no te voy a querer más.